¿Qué es eso del desarrollo humano?




«Si la miseria de nuestros pobres no es causada por las leyes de la naturaleza sino por nuestras Instituciones(sociales), ¡cuan grande es entonces nuestro pecado!». Charles Darwin


Por: Quevin Zapata


Por estos días, en el seno del Semillero de Investigación en Estudios Internacionales, en la Línea de Derecho Económico Internacional, hemos estado conversando sobre el texto “El Derecho Internacional desde abajo” (2005) del profesor B. Rajagopal, el cual como su nombre indica, es una crítica al derecho internacional visto desde arriba, en su acepción ortodoxa, que se fundamenta en un sistema de relaciones internacionales asimétricas entre los Estados, y deja en un segundo plano a los actores político-económicos débiles.

Pero mi interés se encuentra en el aspecto histórico-económico de su propuesta, que a mi parecer deja un sinsabor, pues su perspectiva ubica a los países de la periferia en una posición de “pobres víctimas” que han sido subyugados a lo largo de la historia.

Para efectos prácticos, realizaré a grosso modo una contextualización histórico-económica con la ayuda del “Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarrollo” (2000) [1], de la cual me serviré para tratar de matizar un poco la propuesta del profesor Rajagopal, de la mano de la evolución que ha tenido la discusión en torno al paradigma del desarrollo, con el objetivo de aclarar que es posible mejorar en materia de desigualdad en un futuro próximo, pues esta discusión no consiste en una lucha antagónica de héroes y villanos en la que siempre pierden los más débiles, como supone el enfoque victimista, sino de un proceso que se ha venido desarrollando paulatinamente en los últimos 50 años, que fue capaz de trascender los nacionalismos imperantes en el siglo pasado, y madurar en un contexto globalizado, en el que el mundo tiende a ser cada vez más cosmopolita.

¿Qué es eso del Desarrollo Humano?

Las lecturas seleccionadas (Ver. Nota 1) realizan un magistral recuento histórico, de cómo se dio la transición del enfoque economicista centrado en la preponderancia del Crecimiento Económico, a aquel que comprende que si en realidad se desea superar las inequidades existentes, se debe propender por el Desarrollo Humano. Por lo tanto, sólo me limitaré a darle coherencia a algunas ideas (de manera textual), y a recomendar algunas lecturas que ayuden a comprender mejor cada etapa:

  • “El despertar de la preocupación por el desarrollo se produjo en América Latina en los años 30, cuando el economista argentino Raúl Prebisch planteó la necesidad de una consideración particular hacia los países menos desarrollados, al denunciar que no valían las recetas que presentaba la economía convencional, elaboradas pensando en economías mucho más poderosas”[2].

  • “El contexto en que surge el debate sobre el desarrollo a principios de los 50 marcó decisivamente sus contenidos. (Por lo que) el desarrollo se convirtió en un pilar de la reconstrucción del orden internacional, al tiempo que tenían más importancia las consideraciones estratégicas y los intereses de las potencias que los de los países que más necesitaban el desarrollo.” [3]

  • A finales de los años 70, se genera una reacción de crítica generalizada [4], cuando se “comprueba que los logros en materia de crecimiento económico no tienen su paralelo en la mejora de los resultados sociales”

  • En los años 80, “se produce un brusco cambio de enfoque y se vuelven a situar los objetivos económicos de crecimiento y equilibrio macroeconómico como la prioridad de la estrategia de desarrollo. Esta nueva percepción dominante se concretó en los programas de ajuste estructural, impulsados por los organismos financieros internacionales, que se implantaron progresivamente en la mayoría de los países en desarrollo. (Los cuales tuvieron) costos humanos [...] extremadamente graves desde la perspectiva social, y sus consecuencias fueron rápidamente sentidas y denunciadas por las organizaciones que trabajaban con los sectores menos favorecidos.” [5]

  • A finales de los años 80, “resultaba cada vez más evidente que se daban las condiciones para contrarrestar la propuesta del desarrollo economicista. Una primera respuesta fue la que se presentó con la denominación del “ajuste con rostro humano” que planteaba la necesidad de incluir medidas de políticas sociales en los programas de ajuste, y que más tarde fue aceptada por los organismos internacionales como la dimensión social del ajuste.”

  • En 1989, “el economista Ul Haq propone al PNUD preparar un informe anual sobre el desarrollo humano (ver anexos)  y la aceptación por parte del organismo internacional. Fue la prueba de que el tiempo estaba maduro para una revisión profunda de los planteamientos dominantes (Ul Haq, 1999:25)”.

  • A principios de los años 90 “surge la formulación del enfoque o paradigma del desarrollo humano como resultado de un proceso de crítica a la economía del desarrollo dominante, que se caracteriza por proponer el crecimiento económico como objetivo; por el contrario, el desarrollo humano afirma que éste no debe ser el objetivo central del desarrollo, sino únicamente uno de sus referentes.”

  • El enfoque del desarrollo humano, se fundamentó en “la contribución del premio Nobel de Economía de 1998, Amartya Sen, (en sus) críticas al concepto de bienestar basado en la acumulación, o en la opulencia, y (en) su propuesta de un bienestar centrado en la persona humana”

“Aunque no se puede decir que el PNUD haya sido el inventor del desarrollo humano, no deja de ser menos cierto que sus informes anuales han servido de plataforma de divulgación y han conseguido convertirlo en un referente obligado del debate actual sobre el desarrollo. Y,  su principal contribución ha sido la de presentar una propuesta alternativa a la ortodoxia de las instituciones de Bretton Woods, el Banco Mundial y el fondo monetario internacional, rompiendo el monopolio que éstas ostentaban en la definición de las estrategias de desarrollo (Griffin, 1999)”

Vemos pues,  como en la historia reciente, la forma en que se abordó el concepto de desarrollo y los medios usados para conseguirlo, han cambiado profundamente (pasando de medir el desarrollo por medio del PIB [6], a su medición por medio del IDH [7]), a medida que: maduraba la comunidad internacional, se superaron las barreras de los Estados nacionales,  se apelaba a la fraternidad entre los Estados, y a la cooperación entre ellos (en un principio entre los más desarrollados una vez terminada la II Guerra Mundial, y posteriormente, entre estos y los que estaban en vías de desarrollo). De lo anterior, podemos rescatar algunos elementos que nos ayudan a concluir con esperanza, que los tiempos cambian, y que si bien aún falta mucho por hacer, es posible mejorar, y así, evitar caer en la visión pesimista que todo lo reduce a la explotación del hombre por el hombre sécula seculórum, que se quedó anclada en la concepción hobbesiana de que el hombre es un lobo para el hombre.

Notas.

[1] Las lecturas que use para elaborar este escrito fueron: Derecho al Desarrollo, Desarrollo Humano y Desarrollo, por lo cual, todas las citas que no tienen fuente, provienen de esos escritos.

[2] Para una mejor comprensión, recomiendo la lectura del Capítulo V, de: Vega, M. A. P. (2006). Derecho de la hacienda pública y derecho tributario. Temis. Quien explica la obra del economista argentino Raúl Prebisch, cuyo criterio orientó la concepción de la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe, CEPAL, y que sostuvo en su obra, que las grandes fallas del desarrollo latinoamericano carecían de solución dentro del sistema prevalente, y que este necesitaba una transformación.

[3] Para entender mejor el contexto económico internacional después de la II Guerra Mundial, recomiendo la lectura del acápite “Sistema financiero y monetario internacional” en: Freyre, M. C. Derecho internacional económico y de las inversiones internacionales: arbitraje. (aquí)

[4] Por su parte: “la oit impulsó la consideración del empleo como objetivo fundamental para alcanzar el desarrollo y reducir la pobreza; el propio banco mundial tomó conciencia de la necesidad de emprender medidas dirigidas a garantizar un reparto más equitativo de los beneficios, que se plasmó en la propuesta de “redistribución con crecimiento”, y la escuela de las necesidades básicas planteó la inclusión de objetivos específicos de satisfacción de necesidades en la estrategia del desarrollo, además de los objetivos propios del crecimiento económico (Streeten, 1997)”

[5] Para entender los aspectos básicos de la globalización económica, recomiendo la lectura de esta cartilla del Banco de la República sobre el asunto (aquí), en especial el acápite sobre: “La integración económica: multilateralismo y regionalismo”, que implicó “un retorno a las posiciones anteriores, ahora bajo el denominado Consenso de Washington, que refleja el pensamiento común de las organizaciones multilaterales y que preconiza la liberalización de las economías, su apertura hacia el exterior, el protagonismo del sector privado, la reducción del papel del Estado y unas políticas macroeconómicas estrictas, plasmadas a veces en programas de ajuste estructural, abandonando la preocupación por los objetivos específicamente sociales.”

[6] Este enfoque "presuponía que todo incremento del producto reduciría la pobreza y elevaría el nivel general de bienestar. Era tan fuerte la relación que se establecía entre aumento de la producción y reducción de la pobreza que se pensaba que era suficiente con buscar el crecimiento para conseguir el desarrollo económico y social. Por eso, la medida del desarrollo por antonomasia, y por ende del bienestar, era y sigue siendo el ingreso o renta por habitante. Los países son clasificados por el banco mundial en función de sus niveles de renta por habitante.”

[7] Según informes del PNUD. “El desarrollo humano es el proceso de ampliación de las opciones de la gente, aumentando las funciones y las capacidades humanas… Representa un proceso a la vez que un fin. En todos los niveles de desarrollo las tres capacidades esenciales consisten en que la gente viva una vida larga y saludable, tenga conocimientos y acceso a recursos necesarios para un nivel de vida decente. Pero el ámbito del desarrollo humano va más allá: otras esferas de opciones que la gente considera en alta medida incluyen la participación, la seguridad, la sostenibilidad, las garantías de los derechos humanos, todas necesarias para ser creativo y productivo y para gozar de respeto por sí mismo, potenciación y una sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente (PNUD, 2000:17)”.

Anexos:

Resumen de los contenidos de los Informes sobre desarrollo humano                   
1990
La definición del concepto de desarrollo humano y la propuesta del índice de desarrollo humano (IDH). Contiene las bases teóricas del enfoque.
1991
La financiación del desarrollo humano. Propone la reestructuración de los actuales presupuestos de ayuda al desarrollo por entender que en ellos se ofrecen suficientes recursos para financiar los servicios sociales básicos para todas las personas, y que es la falta de voluntad política más que la escasez de recursos financieros lo que impide alcanzar ese objetivo.
1992
Las dimensiones internacionales del desarrollo humano. La tesis central es que para conseguir el acceso equitativo a las oportunidades que ofrece el mercado hay que extender el campo de acción más allá de las fronteras nacionales y plantearse el sistema global. Destaca las diferencias económicas entre la población más rica y la más pobre, que se han doblado en las tres últimas décadas, y denuncia que una situación que se considera inaceptable política y socialmente para cualquier país, sin embargo se acepta a nivel global.
1993
La participación popular. Denuncia la realidad de nuestro mundo, marcada por las diferencias, donde muy pocas personas tienen la oportunidad de participar plenamente en la vida económica y política de sus países. Las propuestas políticas deben asegurar que la gente participe plenamente en los mercados y que sus beneficios se distribuyan equitativamente. Se necesitan nuevos modelos de gobierno nacional y global para poder integrar las aspiraciones crecientes de las personas. La creciente ola de participación popular debe canalizarse hacia la fundación de una nueva sociedad humana, en la que las personas tomen por fin el destino en sus manos.
1994
La seguridad humana. El concepto tradicional de seguridad debe modificarse en la post-Guerra Fría y ahora debe interpretarse como la seguridad de las personas en sus vidas cotidianas. La seguridad humana debe mirarse como universal, global e indivisible. Este concepto emergente de seguridad humana conlleva muchos cambios de pensamiento y una nueva visión de las funciones de lacooperación para el desarrollo.
1995
La cuestión de género. Plantea las múltiples dimensiones de las desigualdades en función del género, como una aportación a la Conferencia Mundial de Beijing que tuvo lugar ese año. Propone dos nuevos indicadores: el índice de desarrollo relativo al género y el índice de potenciación de género.
1996
La relación entre crecimiento económico y desarrollo humano.
1997
La pobreza humana. Analiza la situación de pobreza en el mundo y propone el índice de pobreza humana como indicador de pobreza propio del enfoque de desarrollo humano.
1998
La relación entre los modelos de consumo y el desarrollo humano.
1999
La globalización. El Informe hace una fuerte denuncia de los efectos desigualadores de la globalización.
2000

Bibliografía

Castillo, F. M. (2009). Arbitraje. Derecho Internacional Económico y de las inversiones internacionales”. Biblioteca de arbitraje del Estudio Mario Castillo Freyre. Palestra Editores.

Pérez de Armiño, K. (2000). Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarrollo. Edición on line.

Rajagopal, B. (2005). El derecho internacional desde abajo. El desarrollo, los movimientos sociales y la resistencia del tercer mundo.

Vega, M. A. P. (2006). Derecho de la hacienda pública y derecho tributario. Temis.

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