Sahara Occidental: recuento de una lucha justificada en el marco de la injusticia

Por
Sergio Leonardo Chacón
Dubahn Felipe Henao Céspedes

(Estudiantes del curso de Derecho Internacional Público en la UdeA)

 

En días pasados del mes de febrero, el pueblo del Sahara Occidental celebró con fervor los 46 años que han transcurrido tras la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (en adelante RASD), la cual ha estado en constante resistencia frente al conflicto de intereses disputados con Marruecos, derivado de la ocupación del territorio y la explotación de sus recursos naturales (Gavín, 2022). En este escrito abordaremos los principales acontecimientos que han llevado al pueblo saharaui a mantenerse en pie de lucha por la descolonización, el cese de conflictos y el reconocimiento internacional pleno.

 

Fuente: Resumen latinoamericano. https://www.resumenlatinoamericano.org/2022/02/27/sahara-occidental-aniversario-de-la-rasd-46-anos-de-resistencia-logros-y-consolidacion-de-un-estado-saharaui/

 

Inicialmente, vale la pena recordar que el Sahara Occidental fue una colonia española entre 1884 y 1975. Dicho territorio quedó a disposición de la administración colonial de España tras la celebración de la conferencia de Berlín, en 1884.  Sobre esto es válido afirmar que: 


El territorio del Sahara Occidental fue parte del reparto expansionista que hicieron del continente africano las potencias imperialistas europeas a finales del siglo XIX debido a las transformaciones económicas y políticas del capitalismo que demandaban nuevos mercados, más mano de obra para la producción y para engrosar sus ejércitos colonialistas, y obtención de mayores fuentes de materias primas para sus procesos de acumulación de capital. (Forero, 2017, p. 52)


Así pues, fue España quien ostentó la administración colonial del Sahara Occidental. No obstante, tras los procesos de independencia del norte de África, específicamente de Marruecos en 1956, se genera un proceso de resistencia respecto a los derechos adquiridos del territorio saharaui (Gimeno, 2017, p.18). Posteriormente, se desató una serie de sucesos que llevaron a España a cederle a Marruecos y Mauritania el territorio saharaui en 1975, como resultado de la respuesta a la Resolución 3292 de la Asamblea General de la ONU, a través de la cual se solicitaba una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), sobre el caso del Sahara Occidental. Sobre esta Opinión Consultiva se afirma que:

 

La Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia relativa al caso del Sahara Occidental, emitida el 16 de octubre de 1975, fue solicitada en 1974 por la resolución 3292 de la Asamblea General de Naciones Unidas, a iniciativa de Marruecos y Mauritania, y tenía como objetivo asesorar a la Asamblea General de la ONU para que, o bien confirmara el procedimiento del referéndum de autodeterminación para la descolonización del territorio no autónomo del Sahara Occidental, o, por el contrario, determinara que este procedimiento debiera ser modificado atendiendo a las demandas de Marruecos y Mauritania, que alegaban que la aplicación del principio de autodeterminación afectaba a su «integridad territorial». (Barral & Ruiz, 2016, p. 83)

 

Como bien se menciona, a raíz de la Resolución 3292 de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia emite la opinión consultiva del 16 de octubre de 1975, donde se dispone a resolver las cuestiones relativas al derecho de Marruecos y el complejo mauritano sobre el Sahara Occidental. Por lo anterior, tuvo pronunciamiento la Corte Internacional de Justicia al exponer en su dictamen que: 

 

[…] los materiales e informaciones proporcionados al Tribunal no establecen ningún vínculo de soberanía territorial entre el Sahara Occidental por una parte y el reino de Marruecos o el conjunto mauritano por otra. Por tanto, el Tribunal no ha comprobado la existencia de vínculos jurídicos de tal naturaleza que puedan modificar la aplicación de la resolución 1.514 en cuanto a la descolonización del Sahara Occidental y en particular la aplicación del principio de autodeterminación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de las poblaciones del territorio. (ICJ, 1975, p. 137)

 

Una vez visto este panorama poco favorecedor, Marruecos pone en marcha la llamada “Marcha Verde”, la cual, revestida de manifestación pacífica, trajo consigo la toma de la mayoría del territorio del Sahara Occidental por parte del Reino de Marruecos, dejando a los saharauis nativos al este del territorio. Sobre esto Abedrapo sostiene que: 

 

Recordemos que España evacuó el Sahara ya que apreció que no podría contener la llamada “Marcha Verde” que fue convocada por el Rey Hasan II, la cual contó con unos 350.000 civiles marroquíes al servicio de su gobierno y unos 25.000 soldados, los cuales hicieron posesión efectiva de la zona en controversia. Ello se entiende en el marco de una reacción o respuesta a la resolución de La Haya, la que como se ha señalado se pronunció a favor de la autodeterminación del pueblo saharaui. (2017, p. 45)

 

Asimismo, Páez relata que: 


La construcción del muro minado encabezada por Marruecos, significó la división del Sahara impuesta por los marroquís, estableciendo un 80% del territorio ocupado para los marroquís y el resto del porcentaje quedaría en manos del Frente Polisario, zona que se denominó como la “zona liberada”. (2015, p.24)

 

Tras los hechos anteriormente relatados, comienza a tomar fuerza el Frente Polisario, movimiento de liberación nacional constituido en 1973 por habitantes originarios de Tan- Tan, los saharauis provenientes de Zouerate, Mauritania, y un puñado de militares saharauis, que tenían como finalidad la formación de un Estado saharaui propio (Gómez, 2013). Dicho grupo es justamente a quien se le atribuye la autoproclamación de la RASD: 

 

Sin embargo, el 26 de febrero de 1976 el ejército español abandonaba definitivamente el territorio saharaui y el 27, un día después, el Frente Polisario proclamaba la República Árabe Saharaui Democrática, la RASD, siendo El Uali su primer presidente, e iniciando un nuevo camino hacia la solución deseada: el estado saharaui en el territorio saharaui, aunque en términos prácticos, lo fuese en el exilio. (Gómez, 2013, p. 270)

 

Se hace visible entonces cómo el Frente Polisario, por medio de la acción colectiva y enfrentamientos armados, siempre se ha desempeñado en aras del reconocimiento internacional del Sahara Occidental, desde la época de descolonización hasta el presente.


Finalmente, tras enfrentamientos desenfrenados entre Marruecos y los saharauis, liderados por el Frente Polisario, en 1991 se da un cese al fuego entre los implicados y se lleva a cabo un plan pacificador denominado Misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) (Fisas, 2011, p.5). Sin embargo, en la actualidad el objetivo principal, el cual es el de la celebración de un referéndum, no ha sido ejecutado ni cumplido. 


Aun teniendo en cuenta el panorama que enfrentan los saharauis, son múltiples las razones que los llevan a continuar batallando por el reconocimiento internacional y la plena autonomía de su pueblo. Tras 46 años de gestión y estructuración, la RASD ha sido reconocida por más de 81 estados de la sociedad internacional y también por la Unión Africana, pues de esta última cuentan con reconocimiento directo de Argelia y Mauritania, los cuales “presionan el arreglo de paz y el referéndum como camino para la autodeterminación del pueblo saharaui pero también para detener el expansionismo marroquí en la región que se convierte en un asunto de integridad nacional para cada uno de esos países” (Forero, 2017, p.65).


En razón a todo lo expuesto, es claro cómo un pueblo que ha sido marginado desde tiempos inmemorables no pierde el espíritu justiciero en la búsqueda de la autodeterminación e independencia en el marco estatal. Asimismo, es indispensable hacer un llamado a la sociedad internacional para rechazar y castigar todo acto que vaya en contravía de los postulados en materia del Derecho Internacional, puesto que, como es evidente en este artículo, han sido omitidos por las mismas autoridades competentes.

   

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 

 

·  Abedrapo Rojas, J. (2017). Sahara Occidental y el Sistema de Seguridad Internacional. Relaciones de poder al descubierto, ¿y el Derecho internacional? Revista Política y Estrategia, (125), 39- 55. https://doi.org/10.26797/rpye.v0i125.42

·  Barral, R. & Ruiz, C. (2016). La lógica del Tribunal de La Haya. En Barral, R. & Ruiz, C (Eds). Sahara Occidental Cuarenta años construyendo resistencia. Pregunta Ediciones pp. 83-102.

·  Forero, J. (2017). El conflicto en el Sahara Occidental: geopolítica regional y autodeterminación del pueblo saharaui. Una mirada desde la historia del tiempo presente. Contra Relatos desde el Sur. (15). PP. 51–74.

·  Fisas, V. (2011). El proceso de paz del Sáhara Occidental: Una propuesta de salida negociada. Quaderns De Construcció De Pau. (18).

·  Gavín, O. (01 de marzo de 2022). Aragón recuerda los 46 años de la RASD. El periódico de Aragón. Recuperado de:https://www.elperiodicodearagon.com/espacio3/2022/03/01/aragon-recuerda-46-anos-rasd-63292077.html

·  Gimeno, J. (2017). Sahara Occidental: última colonia de África. Tensões Mundiais. (13) PP. 17-35.

·  Gómez, J. (2013). El frente Polisario: La historia de un movimiento de liberación nacional vivo. Revista Internacional de Pensamiento Político. (8). pp. 261-280.

·  Páez, A (2015). Incidencia del Frente Polisario en la búsqueda del reconocimiento internacional del Sahara Occidental. Bogotá D.C.

·  ICJ (1975) . Western Sahara, Advisory Opinion, ICJ Reports 1975, p. 12, Obtenido de: www.icj-cij.org/docket/files/61/6195.pdf.

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